LAS IMPLICACIONES DE LA INTELIGENCIA COLECTIVA Y LOS NUEVOS MEDIOS EN LA EDUCACIÓN
Los nuevos medios y las posibilidades, por ahora, infinitas que representan abren un camino esperanzador para su puesta en escena en ejercicios de enseñanza – aprendizaje. El modelo escolarizado existente en gran parte de nuestro planeta es, hoy por hoy, incoherente y obsoleto respecto a las posibilidades que brinda internet y los desarrollos hipermedia. Por lo tanto, es factible pensar que el modelo debe cambiar y fluir en el mismo sentido y con la misma velocidad que lo hacen los nuevos medios. Debe, por tanto, tratarse de un modelo educativo automatizado, flexible, modular, variable , liberado de la metáfora del entorno y los referentes físicos y demarcado por pautas que el conjunto de quienes interactúan a través de los medios definirán. Los Mundos Virtuales que propone Levy en Inteligencia Colectiva suponen una serie de características particulares que pueden ayudar a definir el cómo en la búsqueda de una propuesta para la educación en los años venideros.
EL ÁNGEL Y LA IMAGINACIÓN Y LOS APORTES DEL ENFOQUE HUMANISTA - TEOLÓGICO
Del enfoque humanista de Levy basado en los postulados teológicos islámicos de los siglos X y XI, podemos extraer algunos aportes importantes que nos ayuden a integrar una propuesta para los nuevos medios en la educación.
El primero y, tal vez, el más importante sea el establecer un paralelo entre un Dios de inteligencia absoluta a través del cual emanan otras inteligencias separadas (ángeles celestes), menores y creadoras, a su vez, de nuevas inteligencias que se cuestionan a sí mismas acerca de su origen y le persiguen como fin último y los mundos virtuales como impulsadores de la búsqueda de la inteligencia mayor a través de la creación y potenciación de una inteligencia colectiva absoluta que le permitan a los seres humanos constituirse en intelectuales colectivos.
Si bien el compromiso y las responsabilidades de estos mundos virtuales pueden resultar utópicos y difíciles de imaginar en nuestros días, al formularlos como el resultado de una motivación natural del ser humano como colectivo inteligente, que indaga constantemente sobre su origen y su razón de ser, suponen su lógica existencia como resultado de un proceso evolutivo que empezó con, justamente, la virtualización del entorno para transformarlo y, con el paso del tiempo, transformarse a sí mismo.
Los mundos virtuales serán la llave para la complejización y la transformación de las inteligencias al ponerlas en comunicación y acompañar las navegaciones de los individuos y del los grupos en el conocimiento colectivo . Aquí se entrevé un concepto importante dentro de la teoría de inteligencia colectiva, en donde el hombre es inteligente únicamente y debido a la inteligencia de los demás que le rodean. Según la teoría socio constructivista en educación, gracias a la interacción entre los participantes del ejercicio educativo, se pueden lograr aprendizajes más elaborados y enriquecedores. De lo cual podríamos deducir que la educación mediada o generada a través de mundos virtuales no solamente potenciará el ejercicio educativo sino que además aportará al crecimiento y evolución de la inteligencia colectiva en su búsqueda de Dios siempre y cuando estos mundos respondan a las cualidades de los nuevos medios y permitan la flexibilidad y la modularidad, entre otros, puesto que no es posible que exista y se potencie a la inteligencia colectiva en un medio estático como, por ejemplo, el de la escritura clásica.
Para conseguir estos nuevos mundos virtuales se requiere de nuevas escrituras, nuevos lenguajes, nuevas interfaces adaptables que permitan la navegación, el encuentro (con el conocimiento en forma de contenidos y con las demás inteligencias), la organización sobre una red nodular semántica y la “…metamorfosis continua” de sí misma frente al colectivo y al conocimiento.
Los ángeles celestes se caracterizan esencialmente por la imaginación, una imaginación pura, independiente de los sentidos, que les permite representarse y desear la inteligencia de la que proceden, es decir que buscan la inteligencia absoluta para a través de ella trascender y dar razón a su existir.
Una imaginación colectiva libre de los paradigmas y las fuerzas de lo sensible, impulsada y propuesta en mundos y desarrollos digitales que le permita a la inteligencia colectiva expandirse en múltiples niveles y dimensiones será la base para la generación de estos mundos virtuales. La imaginación como parte vital del pensamiento es el segundo aporte del enfoque humanista de Levy.
LA PROYECTACIÓN, DEL DISEÑO A LA IMPLEMENTACIÓN
“En lo concerniente a los equipos de comunicación y de pensamiento, se desatiende la dimensión de interioridad, de subjetividad colectiva, de ética y de sensibilidad que toman las decisiones aparentemente más técnicas”
Cuando Gui Bonsieppe define al diseño como una actividad proyectual, traduciendo al italiano el término alemán Gestaltung (concepción – plasmación), le impone a este la responsabilidad de analizar la mayor cantidad de variables para emitir, siempre, respuestas innovadoras y coherentes con una visión tanto técnica como artística y soportada en un marco teórico procedente. El diseño de multimedia procederá, por consiguiente, de la misma manera para la generación de hipermedias y para proponer nuevos procesos y dispositivos.
Los mundos virtuales y sus dispositivos, dentro de los que se deberían fundamentar procesos educativos, procederán para su construcción y establecimiento según las pautas que los mismos medios establecen y teniendo como eje central del diseño al hombre. Bajo esta visión de desarrollo antropocentrista, embebida en un entorno como el ciberespacio, los comandos, las interfaces, los contenidos, los dispositivos girarán alrededor de los receptores quienes “… en adelante serán situados en el centro (inversión de la figura dibujada por los medios masivos).”
Los mundos virtuales se construirán mancomunadamente, en conjunto. Autor – lector como polos en un proceso comunicativo ya no serán el paradigma de configuración para el proceso educativo. Entre ambos, entre todos se construirán los contenidos mediante una interacción constante, una coautoría de la obra que, a fin de cuentas, eleve, potencie y alimente la inteligencia colectiva. Al borrarse la línea de la autoría, la desterritorialización de la propiedad permitirá el cambio y la adaptación constante “… toda representación puede ser objeto de muestreo, de mezcla, de reempleo…”. En el modelo educativo tradicional escolarizado en donde la verdad absoluta es establecida y poseída por el maestro, la posibilidad de confrontar teoría y conceptos, en la mayoría de los casos, es casi nula, la inteligencia colectiva es entonces una utopía; los mundos virtuales, al contrario, potenciarán la crítica y la confrontación, abrirán espacios de construcción y deconstrucción sin límites.
Antes de proponer nuevas maneras de construcción acordes con las características y formas de los nuevos medios empezamos a generar analogía y metáforas de lo físico. Un medio que supone la liviandad para sujetos y procesos comunicativos desterritorializados, nómadas (como lo son los sujetos y los procesos nativos de lo digital) construido sobre paradigmas estáticos, pesados contradice y limita las posibilidades de lograr inteligencias colectivas.
Para que los mundos virtuales potencien y enriquezcan la generación de conocimiento colectivo y permitan interacciones, aportes que conlleven hallazgos, descubrimientos e innovaciones, deberán ser proyectados como una estructura particular para tiempos de heterogénesis, de salida, de huida del aquí y el ahora, una arquitectura para tiempos de éxodo.
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